La Diputación Foral de Bizkaia ha puesto en marcha una nueva campaña de acogimiento familiar para pedir la colaboración de familias dispuestas a acoger en su hogar a menores que, por diferentes causas, no pueden vivir con su familia biológica. Comprometerse a acoger supone participar directamente en la construcción de un futuro mejor para una persona menor en situación de desprotección y contribuir así a una Bizkaia mejor. Las familias de acogida se implican en los problemas de la persona menor, le ayudan a desarrollarse, crecer y madurar, además de facilitarle el contacto con su familia biológica cuando sea posible e incluso, en ocasiones, su vuelta.
El diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo, ha desvelado el mensaje central de la nueva campaña de acogimiento familiar que la Diputación Foral lanza a la ciudadanía de Bizkaia: ‘Acoge y construye una nueva historia de vida’. En la nueva campaña, la Diputación invita a imaginar cómo puede ser el ‘típico desayuno en familia’ para las y los menores que pasan por una situación de desprotección que no han elegido, y cómo se les puede brindar una familia donde tener otro ‘típico desayuno en familia’.
«Hay una realidad social por la que puedes hacer mucho, acogiendo. Cambiar la historia de vida de una persona menor, es algo que no podemos hacer por ti, aunque nos tendrás ahí apoyándote», ha indicado el diputado Murillo.
La campaña tendrá su extensión -más allá de los medios de comunicación, redes sociales y otros espacios publicitarios- gracias a la implicación directa de una red de aliados, como el Colegio de Psicología de Bizkaia, el Colegio de Trabajo Social de Bizkaia y entidades del Tercer Sector Social, como APNABI o Agintzari, que difundirán el mensaje dentro de sus organizaciones, mediante sus canales de comunicación internos. En este sentido, el Diputado de Acción Social ha llamado también a organizaciones y empresas a implicarse en extender la campaña en sus organizaciones, «quizá en su organización también haya alguien que tiene la posibilidad de hacer algo único, mejorando la historia de vida de algún menor. Es una aportación insustituible; si no damos con esa persona, no cambiaremos la historia de vida de esa o ese menor», les ha interpelado.
Este llamamiento a la sociedad vizcaína lo ha realizado junto a Kristian Congo, un joven de 23 años que ha relatado su experiencia en el seno de una familia de acogida como las que necesitan en Bizkaia otras personas menores de edad en situación de desprotección: «Entiendo el acogimiento familiar como una herramienta para generar un entono adecuado para el desarrollo de un menor. Yo he tenido ese entorno». El joven ha animado a la ciudadanía de Bizkaia a acoger a un o una menor que viven en centros de acogida: «El acogimiento familiar da a los y las menores la oportunidad de desarrollarse en los diversos aspectos de la vida. Al igual que a mí me dió esa oportunidad, creo que es bueno que se les brinde a otros menores».