San Mamés acogió con fervor uno de los partidos más importantes de la temporada para la parroquia rojiblanca. Athletic Club y Real Sociedad midieron sus fuerzas en el feudo bilbaíno ante la atenta mirada de los más de 50.000 aficionados que se congregaron en la Catedral para disfrutar del derbi vasco.
En los primeros minutos se pudo observar como el duelo entre vizcaínos y guipuzcoanos tenía todos los ingredientes típicos de un derbi: un estadio repleto, un público entregado que alentó desde el pitido inicial a sus respectivos conjuntos y unos jugadores que pelearon cada acción como si fuese la última. Tanto fue así que en los primeros diez minutos el colegiado del encuentro mostró hasta tres cartulinas amarillas.
Sobre el verde, las instrucciones dadas por Eusebio Sacristán y el Txingurri Valverde comenzaron a vislumbrarse en los primeros compases del partido. La Real intentaba salir con el balón jugado desde atrás mientras que el Athletic aplicaba una presión intensa para arrebatar el cuero a los blanquiazules en el menor tiempo posible y poder salir en tromba hacía la portería defendida por Gerónimo Rulli. Los de Anoeta alcanzaron picos de posesión de hasta el 70% pero la mayor parte del tiempo el juego se desarrollaba en las inmediaciones de su área, por lo que Gorka Iraizoz vivió con relativa calma el primer cuarto de hora del encuentro.
En el minuto 16 llegó el primero de los cinco tantos que se vieron en San Mamés. Zurutuza envió el balón al fondo de las mallas después de aprovechar un saque de esquina botado por el mexicano Carlos Vela.
Los locales reaccionaron de manera notable tras encajar el gol, pero las soberbias intervenciones de un brillante Rulli hicieron que los de Eusebio se marcharan al descanso por delante en el marcador.
Aunque tras la reanudación poco le duró la ventaja a la Real Sociedad. Iker Muniain recibió un balón en el costado izquierdo y emulando a Robben fue centrando su posición a medida que perfilaba el cuero hacia su pierna derecha. El navarro realizó un gran disparo con rosca que hizo inútil la estirada de Rulli.
Tras lograr el empate, el Athletic se creció aún más y apenas diez minutos después Aritz Aduriz, el goleador por excelencia del conjunto bilbaíno, puso por delante a los rojiblancos después de aprovechar un clamoroso error en la salida de balón por parte de Raúl Navas y Rulli helpful site.
Pero el calvario de la Real no acabó con ese error, ya que en el minuto 72 otra imprecisión en la salida del cuero, impropio de jugadores de primer nivel, propició el tercer tanto de los del Txingurri Valverde. En esta ocasión fue Williams quien perforó la meta del joven arquero argentino.
Además de en el marcador el Athletic también gobernaba en el juego, por lo que todo hacía presagiar que los tres puntos se quedarían en Bilbao.
Tan solo un gran testarazo de Iñigo Martínez en el minuto 83, que logró batir a Gorka Iraizoz tras aprovechar el saque de una falta lanzada de manera precisa por Illarramendi, puso algo de picante en los últimos minutos del derbi. Pero el tanto del central vizcaíno resultó estéril, ya que la Real fue incapaz de igualar el choque en los minutos restantes.
Así pues, el Athletic logró la victoria y sumó tres puntos que a buen seguro a la afición rojiblanca le sabrán a mucho más que a eso.
Sergio Rodríguez.