LA SALVE, la cerveza de Bilbao está de celebración. Se cumplen 130 años de su nacimiento y dos años de su vuelta tras un parón de 36 años. Estos 24 meses del regreso al mercado de esta histórica marca han dado para mucho, y sobre todo han permitido que a día de hoy la marca bilbaina esté presente en más de 1.500 establecimientos de 12 provincias. “Datos que confirman que vamos en la línea de conseguir el objetivo marcado: lograr el 10% de la cuota de mercado de Euskadi para 2019” ha asegurado Eduardo Saiz Lekue, socio-promotor de LA SALVE.
Así, LA SALVE se va haciendo un hueco en un mercado cada vez más competitivo; y es que cabe recordar que España se sitúa a la cabeza de Europa en el crecimiento de marcas de cerveza locales: en los últimos siete años, las compañías dedicadas a esta actividad han crecido en un 1.600%. Un sector que el pasado año aportó 307 millones de euros en impuestos especiales y dio empleo a más de 257.000 personas.
En el contexto actual, resulta más necesario que nunca recurrir a la innovación para crecer. LA SALVE es una marca con un claro arraigo por lo local y con el firme propósito de generar valor y riqueza en el entorno mediante la puesta en marcha de iniciativas como el desarrollo de la primera cerveza km0 junto a AZTI, que traerá consigo el impulso de productores locales, creación de empleo, actividad económica e inversión en I+D. Este proyecto supone para LA SALVE situarse en la línea de la corriente europea que apoya la comercialización de las cadenas cortas que pretende acercar el productor al consumidor para hacer un negocio más sostenible en sus tres vertientes: social, económica y ambiental. “Nuestro propósito es que todas nuestras variedades sean km0” ha afirmado Saiz Lekue.
De forma paralela, LA SALVE sigue trabajando por la puesta en marcha de su fábrica próximamente. El buque insignia de la marca acogerá no solo la producción de sus diferentes variedades de cerveza, sino también un conjunto de recursos como el museo de la cerveza, el instituto de la cerveza así como una zona de cata y degustación. Elementos de valor para que convertirán la fábrica LA SALVE en un centro de visitas para la población y para los turistas; un espacio que desarrolle el vector cultura de forma radical, unido a la actividad cultural del entorno.